El organismo internacional del fútbol, FIFA, exigió a la CBF de Brasil (Confederación Brasileña de Fútbol), entregar documentación clave sobre la llegada del técnico Carlo Ancelotti por un posible pago a intermediario. El organismo rector del fútbol mundial ha solicitado explicaciones formales a la federación brasileña por el pago de una comisión de 1,2 millones de euros a un intermediario no registrado como agente autorizado.
Ancelotti, de 65 años, asumió como entrenador de Brasil el pasado lunes, tras firmar un acuerdo con la CBF para guiar al equipo hasta el Mundial del año próximo.
El anuncio de la incorporación de Ancelotti se precipitó en diciembre de 2023, cuando Ednaldo Rodrigues, entonces presidente de la CBF, enfrentaba una inminente destitución por decisión judicial. Antes de su salida, Rodrigues contrató a Diego Fernandes, un empresario brasileño radicado en Madrid, España, para actuar como intermediario en la operación que terminó con el entrenador italiano al frente del seleccionado nacional
Según una carta de la FIFA divulgada por la prensa, con fecha 28 de mayo, el organismo rector del fútbol mundial solicita a la CBF información sobre Diego Fernandes, un “intermediario sin licencia” que habría participado en las negociaciones con el entonces entrenador del Real Madrid.
La FIFA considera que esto “podría constituir una violación” del Reglamento de Agentes de Fútbol. El documento requiere a la CBF que proporcione detalles sobre el rol de Fernandes, copias de pagos realizados, comunicaciones relacionadas con la contratación y cualquier acuerdo firmado con el intermediario.
Consultada por AFP, la CBF sostuvo que “los términos que involucraron la negociación poseen cláusulas de confidencialidad y fueron elaborados por la antigua gestión” del expresidente Ednaldo Rodrigues, destituido por una decisión judicial el 15 de mayo”.
“La actual gestión evalúa la situación internamente, a través de su área de gobernanza”, añadió en una nota.
La oficina de Fernandes afirmó, por su parte, que el contrato “respeta rigurosamente todas las normativas de la CBF y la FIFA”.
El empresario brasileño actuó como “consultor” debido al “corto plazo” de la negociación, incompatible con el proceso de registro como agente FIFA, dijo la oficina en una nota, y agregó que Fernandes solo recibirá “el justo valor de la intermediación” tras obtener la licencia correspondiente.
Según medios brasileños, Fernandes se embolsará 1,2 millones de euros de comisión por la negociación.
La FIFA, tras conocer los detalles de esta operación, activó su unidad de regulación de agentes para determinar si el proceso cumplió con el Reglamento de Agentes, particularmente con lo estipulado en el Artículo 11. Esta norma establece que únicamente los agentes registrados pueden participar en operaciones relacionadas con transferencias o contrataciones.
“Cualquier empleado o contratado por la agencia que no sea agente de fútbol no puede prestar servicios de agente de fútbol ni hacer ningún acercamiento a un cliente potencial para firmar un contrato de representación”, indica el reglamento.
Según el sitio brasileño UOL, que tuvo acceso a fuentes cercanas a la investigación, la FIFA exigió a la CBF que entregue antes del 4 de junio —un día antes del debut oficial de Ancelotti frente a Ecuador en Guayaquil— una copia del contrato entre Diego Fernandes y la federación, así como cualquier documentación o mensajes vinculados a la transacción.
Fernandes ha sido una figura visible durante todo el proceso. Acompañó a Carlo Ancelotti en su vuelo desde Madrid a Río de Janeiro, vistiendo una camiseta retro de la selección brasileña y actuando como representante oficial de la CBF.
Este protagonismo y exposición pública ha generado tensiones dentro de la nueva dirigencia de la federación, ahora presidida por Samir Xaud tras unas elecciones disputadas. Además, la FIFA se ha caracterizado por su estricto cumplimiento de esta normativa, por lo que en caso de confirmarse el incumplimiento de la regla, la selección brasileña podría estar enfrentando diversos sanciones.