Un error que salió muy caro: Turista rompe ‘La Silla de Van Gogh’, valorada en más de €40mil Un error que salió muy caro: Turista rompe ‘La Silla de Van Gogh’, valorada en más de €40mil

Un error que salió muy caro: Turista rompe ‘La Silla de Van Gogh’, valorada en más de €40mil

Un error que salió muy caro: Turista rompe ‘La Silla de Van Gogh’, valorada en más de €40mil

Un par de turistas en la Casa-Museo del Palazzo Maffei de Verona intentaron sentarse en la Silla de Van Gogh para tomarse una foto y uno de ellos cayó encima, dañando a obra de arte y las cámaras de seguridad captaron cada segundo.

Un video compartido por el mismo museo, se hizo viral en las redes por captar a dos turistas que aprovecharon la ausencia de los guardias de seguridad en la sala para intentar captar en una fotografía su inocente momento sobre una de las obras en exhibición, se trata de la famosa ‘Silla Van Gogh’ del artista italiano Nicolla Bolla.

En el video se observa a una dama, posando sobre la silla, simulando estar sentada mientras su acompañante le toma la anhelada fotografía, luego el hombre decide hacer lo mismo, pero en su intento de fingir estar sentado, pierde el equilibrio y cae sobre la ‘Silla Van Gogh’ que está cubierta con cientos de cristales de Swarovski, dañando dos patas y el asiento de la silla, luego del incidente huyeron.

Los Cristales de Swarovski por su forma de elaborarse genera un brillo inigualable que no puede verse en otro cristal, por ello son piezas muy codiciadas que emplean en joyerías, decoración, moda y obras como hizo el italiano Bolla en la ‘Silla Van Gogh’.

Desde la Directiva de la casa-Museo del Palazzo Maffei decidieron compartir el video con la intención generar conciencia sobre el comportamiento adecuado y el respeto a las obras, las cuales deben admirarse y no hacer bromas. Su directora, Vanessa Carlon, ofreció unas declaraciones a la BBC News en donde expresó su molestia por el comportamiento de estos turistas “Claro que fue un accidente, pero estas dos personas se fueron sin hablarnos; eso no es accidente. Esto es una pesadilla para cualquier museo”.

Al compartir el video en sus redes sociales, éste estaba acompañado por el siguiente caption “Lo que acabas de ver no es una broma, sino un episodio que realmente pasó en los pasillos del Palazzo Maffei”, calificándolo de “un gesto irresponsable”. En el texto también se lee su explicación y la iniciativa de crear conciencia en las personas deciden visitar algún museo:

“Compartimos este episodio no solo con el objetivo de informar, sino también de iniciar una verdadera campaña de concienciación sobre el valor del arte y el respeto que merece. Nuestro más sincero agradecimiento a la policía, a nuestro departamento de seguridad y a los restauradores, cuyo valioso trabajo permitió la recuperación de la obra. Y un agradecimiento especial a todos los que recorren las salas del museo cada día con cuidado, atención y asombro. Porque el arte no es solo para ser visto. Es para ser amado. Es para ser protegido”.

La historiadora del Museo Palazzo Maffei, Carlota Menegazzo, explicó que la obra parece ser sólida, pero en realidad es muy frágil, es una pieza hueca elaborada en papel aluminio, colocada sobre un pedestal. Agregó Menegazzo que ‘La Silla de Van Gogh’ tenía un aviso de ‘NO TOCAR’. La obra ya se encuentra en exhibición: “En la silla había una nota que advertía a la gente de no tocarla, y, por supuesto, está colocada sobre un pedestal, por lo que está bastante claro que no es una silla real”.

Es caro incidente, ocurrió en abril, pero fue hasta junio que se hizo público y viral. Hasta el momento la identidad de los turistas no fue revelada sin embargo en caso de que las autoridades den con estos imprudentes visitantes, podrían enfrentar una sanción económica muy importante ya que la obra afectada tiene un valor, como mínimo, de €43 mil.

El artista italiano, Nicolla Bolla, quiso rendir un homenaje al pintor holandés, Vincent Van Gogh, inspirado en su pintura ‘La Silla de Van Gogh con su pipa’ de 1.888, considerada como un autorretrato del artista. En esta obra, el pintor holandés muestra su silla de mimbre vacía, con su pipa y algunos objetos, en un ambiente cálido y sereno. La pintura es un reflejo de su personalidad, su amor por la naturaleza y la comodidad del hogar, y también transmite una sensación de soledad y melancolía.

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