El gobierno de los Estados Unidos ha decidido ponerle un stop al más que notable monopolio que ha creado Mark Zuckerberg en las redes sociales de todo el mundo. Y es que su conglomerado Meta es dueña de tres de las principales plataformas de redes sociales a nivel mundial: Facebook, Instagram y WhatsApp. Y por tal motivo, ahora se busca que el empresario acceda a vender a algunas de ellas.
El juicio de la Federal Trade Commission (FTC) de Estados Unidos contra Meta comenzó ayer, y durante dos meses tratará de decidir si la empresa creada por Mark Zuckerberg es un monopolio en el mercado de los “servicios de redes sociales personales“. Las consecuencias pueden ser enormes para Meta, que podría verse obligada a dividirse en varias empresas.
Zuckerberg en el estrado. Como señalan en el diario ‘The New York Times’, Mark Zuckerberg acudió ayer como testigo para defender “su imperio de redes sociales”. Los abogados de la FTC mostraron varios correos electrónicos en los que plantearon su argumentación: que Meta “cimentó ilegalmente un monopolio de redes sociales al adquirir Instagram y Meta cuando eran pequeñas startups“.
La táctica de los abogados de la FTC es la de demostrar que Meta usó su posición de privilegio para comprar a empresas que podían representar una amenaza en el futuro. Es la estrategia que algunos denominan (con razón) “mejor comprar que competir”. A esas acusaciones Zuckerberg contestó diciendo que acabaron invirtiendo un montón de dinero en ellas tras comprarlas, pero haciéndolo lograron no solo reforzar su posición dominante, sino eliminar esas amenazas que planteaban Instagram o WhatsApp.
La FTC plantea trocear Meta. Si el gobierno gana el juicio, señalan en el Times, la FTC probablemente pida que Meta se divida en varias partes. Así, Instagram y WhatsApp podrían ser empresas independientes que competirían entre sí con Facebook, o al menos esa sería la intención del gobierno.