La guerra comercial de Estados Unidos ya ha afectado a Shein y Temu, las gigantes plataformas chinas del comercio en línea que ahora se encuentran atravesando una profunda crisis. Y es que el efecto directo de los aranceles del gobierno de Donald Trump a la economía del gigante asiático ya causan estragos en sus finanzas, paralizando así su producción ya que la tarifa de aranceles del 145% a sus exportaciones hacia el país norteamericano han entorpecido notoriamente en sus actividades.
Las tarifas del 145% han comenzado a generar un impacto notable en el sector manufacturero chino, debido a una disminución significativa en los pedidos provenientes de Estados Unidos. Según informan desde el Financial Times, esta situación ha obligado a numerosas fábricas a reducir su ritmo de producción e incluso a suspender temporalmente a parte de su plantilla.
Es por ello que existe ahora un panorama de líneas de ensamblaje paralizadas y notificaciones de cese de actividad en diversas plantas. Sectores que van desde la fabricación de calzado y vestimenta hasta la producción de componentes eléctricos y pequeños electrodomésticos se ven directamente afectados por las nuevas políticas económicas que ha implementado Trump a escala global.
Los empresarios del sector confirman la cancelación o aplazamiento de pedidos por parte de sus clientes estadounidenses, lo que deriva inevitablemente en ajustes en la producción.
Esto supone un grave problema para las plataformas chinas como Shein, Temu o Aliexpress, ya que el mercado estadounidense, absorbió aproximadamente el 15% de las exportaciones chinas el año anterior.
“Nuestros pedidos de exportación desaparecieron, así que hemos parado temporalmente“, dijo un trabajador de una fábrica de plásticos de 28 años de la provincia de Fujian, que pidió no ser identificado. Hasta ahora, la producción se había detenido durante una semana, pero podría alargarse más, aseguró.
En respuesta a esta situación, gobiernos locales de importantes centros de exportación, están implementando programas de apoyo para “estabilizar el comercio exterior”, del cuál China depende muy notoriamente.
Mientras tanto, algunas empresas buscan alternativas como reiniciar la fabricación a un ritmo menor, enfocándose en pedidos europeos y con la esperanza de un cambio en las políticas estadounidenses dentro de un corto plazo.
Para ningún experto en finanzas quedan dudas de que estas apps de ecommerce que tanto se han popularizado tanto en los últimos años, van a sufrir un duro revés que incluso podría poner en jaque su futuro, ya que el mercado estadounidense es uno de los principales para ellos.
Y al tener unos aranceles tan altos, el precio de los productos que hasta ahora destacaban por un bajísimo coste se va a multiplicar haciendo que incluso salga más rentable comprar a través de otras plataformas, como podría ser Amazon.
En ciudades clave como Shenzhen, Dongguan o Hangzhou, donde se concentran muchas de las empresas proveedoras de Shein, Temu y otros gigantes del comercio electrónico, las líneas de producción están paradas, los turnos reducidos y las fábricas esperan lo que pueda ocurrir a futuro.
En Dongguan, la empresa DeHong Electrical Produc ofreció un mes de permiso con salario mínimo a su plantilla, mientras que Hangzhou Stellarmed, dedicada a hacer kits de endoscopia, invitó directamente a sus empleados a buscar otros trabajos.
“No sabemos cuánto durará esto“, confesó Shi, propietaria de una fábrica afectada. “Solo podemos esperar, no hay nada que podamos hacer”., agregó.
La incertidumbre también es compartida por los empleadores. Wang Xin, directora de la Asociación de Comercio Electrónico Transfronterizo de Shenzhen, explicó que muchas empresas están “extremadamente ansiosas” y han solicitado a sus proveedores que retrasen entregas o detengan la producción de forma temporal.
Sin embargo, a estas alturas todavía no hay señales de una resolución definitiva. “La reestructuración del sector manufacturero chino será un proceso a largo plazo y los trabajadores serán los sacrificados“, advirtió Han Dongfang, fundador del China Labour Bulletin.