Opositores de Cuba han hecho una grave denuncia al asegurar que el régimen de Diaz-Canel ha enviado a más de 20 mil ciudadanos de esa isla a Luchar en Rusia y su invasión a Ucrania. La Asamblea de la Resistencia Cubana acusó a la dictadura de estar directamente involucrada en esta trama, por la que ya murieron al menos 200 de los reclutados según la inteligencia ucraniana.
La Asamblea de la Resistencia Cubana denunció este jueves, junto al parlamentario ucraniano Maryan Zablotskyy, que Rusia reclutó a unos 20.000 ciudadanos de la isla para luchar en el frente contra Ucrania.
La información fue recopilada por la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, que registró 1.208 casos de mercenarios cubanos combatiendo en las Fuerzas Armadas rusas, solo entre junio de 2023 y febrero de 2024.
Durante una rueda de prensa celebrada en Miami, Estados Unidos, los disidentes en el exilio apuntaron contra el régimen de Miguel Díaz-Canel por estos operativos, que alcanzan a civiles de entre 20 y 60 años que, en la mayoría de los casos, carecen del entrenamiento necesario para combatir en la guerra y “mueren muy rápidamente” o resultan heridos de gravedad, con discapacidades de por vida.
De acuerdo a los datos recopilados por la Inteligencia ucraniana, al menos unos 200 o 300 cubanos fallecieron ya y el resto podría estar en combate activo, incluidas miles de mujeres, que también son captadas para “pelear a favor del imperialismo ruso”.
Por esta gestión, denunció Orlando Gutiérrez, coordinador de la Asamblea, Díaz-Canel recibe un bono, similar al que obtiene por el envío de médicos cubanos a otros países, exponiendo así el estrecho vínculo entre el régimen de la isla y sus aliados, como lo es en este caso Vladimir Putin.
“El régimen comunista de Cuba recibe un bono, Ucrania tiene la evidencia que va a mostrar, de que el régimen castrista recibe un bono por cada cubano que va a pelear bajo órdenes rusas a Ucrania”, dijo Gutiérrez en la asamblea.
Por su parte, Zablotskyy se refirió a esta alianza estratégica y advirtió que, inclusive, parece más fuerte que la que el Kremlin mantiene con, por ejemplo Xi Jinping, presidente de China, o el ayatollah Ali Khamenei, ya que la cifra de sus ciudadanos enviados al país supera ampliamente a la de las otras naciones asiáticas.
“Este es un número impactante. Ninguna nacionalidad, excepto por los norcoreanos, siquiera se acerca al volumen de combatientes que Rusia está procurando ahora”, aseveró.
En los últimos meses, los aliados occidentales recopilaron evidencias de todo tipo que dejaron en evidencia la incorporación de soldados de Corea del Norte y de China en la guerra, en momentos en los que el Kremlin tenía dificultades para hacer frente a los avances y las ofensivas de Kiev.
En el caso de Corea del Norte, fueron más de 10.000 los oficiales enviados, mientras que Beijing está muy por detrás de esa cifra, con unos 155 ciudadanos comprobados hasta el momento.
Durante su intervención, el parlamentario ucraniano Zablotskyy hizo un llamado directo a los cubanos para que no se dejen engañar por las promesas rusas.
“No lo hagan. El riesgo es inmenso y la recompensa, prácticamente inexistente. Aunque los contratos prometen solo un año de servicio, hay evidencia clara de que no los están dejando regresar. Los obligan a quedarse más tiempo, incluso cuando su contrato ya ha terminado”, aseguró.
Según las autoridades ucranianas, el 40% de estas tropas habrían sido enviadas “directamente” por el régimen cubano, particularmente soldados con formación militar que cuentan con pasaporte, documento de difícil acceso en la isla dadas las restricciones políticas.
“La inteligencia ucraniana ha dado a conocer que estiman que hasta el 40% de las tropas cubanas desplegadas en Ucrania al servicio de Rusia son en realidad tropas élite, que pertenecen a los servicios del Ministerio del Interior“, afirmó Gutiérrez-Boronat.
El resto de los reclutas llegarían mediante métodos de engaño o coerción. Según explicó Zablotskyy, muchos cubanos son atraídos inicialmente con ofertas de trabajo como constructores, obreros o agentes de seguridad en Rusia, con promesas de salarios mensuales de entre 2.000 y 2.500 dólares, pero terminan siendo incorporados a unidades militares rusas para combatir contra Ucrania.