El príncipe William del Reino Unido y su esposa, Kate Middleton, se encuentran en Escocia para asistir a un compromiso de dos días, el primero así de largo desde el diagnóstico de cáncer de la futura monarca. Y aunque el matrimonio no tuvo un buen año 2024 gracias a la difícil situación que vivieron a raíz de la enfermedad, por lo que tuvieron que pausar gran parte de sus deberes reales para poder cumplir con todo el tratamiento y demás asistencias que los especialistas médicos hicieron con la princesa. Pero ahora y tras superada dicha prueba, la pareja ya ha vuelto a la normalidad, por lo que han decidido celebrar su aniversario de bodas desde la isla escocesa de Mull.
Los príncipes de Gales están celebrando el 14º aniversario de su boda en la isla de Mull. Los futuros reyes del Reino Unido, conocidos como los duques de Rothesay cuando se encuentran en territorio escocés.
Ambos parecían dos auténticos tortolitos mientras derrochaban puro romance en este primer día de los dos que pasarán en la que será su primera visita oficial que implique que Kate pase la noche fuera de casa desde que le diagnosticaron cáncer a inicios del año pasado.
Kate ha optado por un atuendo relajado en su primer día fuera combinando una camisa azul claro con un blazer de tweed, unos vaqueros negros ajustados y unas cómodas botas a juego. El hijo mayor del rey Carlos III no se alejó demasiado con su blazer gris y vaqueros azul oscuro.
Este será sin duda un viaje romántico para la pareja real, si bien uno poco convencional, teniendo en cuenta dónde han elegido alojarse. Lejos de reservar una habitación en un hotel de lujo, William y Kate han preferido pasar la noche en una casita de campo de vacaciones con cocina propia en Mull, rodeada únicamente por un entorno rural y naturaleza, inmersos en el impresionante paisaje de las islas Hébridas.
Aunque pueda resultar sorprendente a más de uno, es bien conocido que los príncipes de Gales se distinguen por ser muy discretos y muy poco amigos de grandes lujos, por lo que tal vez resulte de lo más comprensible que hayan optado por un alojamiento así de modesto.
Escocia es, sin duda alguna, un lugar con mucha carga emocional para los príncipes de Gales. Su relación comenzó cuando ambos eran estudiantes en la universidad escocesa de St Andrews, lugar en donde se conocieron a principios de los 2000.
En 2021, el príncipe declaró y dijo que aquella tierra fue la “causa de algunos de [sus] recuerdos más felices” y reveló que fue allí donde se enteró de la muerte de su madre, la princesa Diana.
“Estaba en Balmoral cuando me dijeron que mi madre había muerto. Aún en estado de shock, hallé refugio en la misa celebrada en Crathie Kirk aquella misma mañana. Y en los oscuros días de dolor que siguieron, hallé consuelo y paz en la naturaleza escocesa.
Como resultado, la conexión que siento con Escocia será para siempre profunda. Junto a tan doloroso recuerdo hay uno de gran alegría, porque fue aquí, en Escocia, hace ahora ya 20 años, donde conocí a Kate”, explicó el futuro rey.
Sí bien el amor está indudablemente en el aire durante este compromiso oficial, el príncipe William y Kate Middleton tienen mucho que hacer durante su visita. Su primera parada en la isla de Mull fue en el pintoresco pueblo de Tobermory, quizás más reconocible por ser el lugar en el que se filmó la serie infantil Balamory.
Allí han tenido un encuentro con los artesanos lugareños antes de acudir a una pequeña granja local y aprender sobre sus prácticas de ganadería sostenible y la manera en que esta comunidad expresa su hospitalidad.