Las fuerzas de defensa de Ucrania han vuelto a asentar un duro golpe contra Rusia, a tan solo una semana desde el masivo ataque de Kiev a la fuerza aérea del Kremlin que logró destruir una gran cantidad de aviones que eran utilizados para bombardear suelo ucraniano. La planta Azot en Tula fue atacada a 200 kilómetros de Moscú en una ofensiva nocturna que obligó a cerrar tres aeropuertos de la capital rusa.
Una planta química clave para la fabricación de explosivos en la región rusa de Tula se incendió en las primeras horas del domingo tras ser impactada por un dron ucraniano, marcando el segundo ataque contra esta instalación estratégica en apenas dos semanas, según informaron autoridades rusas.
El gobernador regional Dmitri Miliáyev confirmó que el incendio en la planta química Azot se desató después de que los restos de un dron ucraniano derribado cayeran sobre la fábrica de nitrógeno y amoníaco, ubicada aproximadamente 200 kilómetros al sur de Moscú.
La instalación, situada en Novomoskovsk, Tula, representa uno de los mayores fabricantes químicos de Rusia y el segundo mayor productor de amoníaco y fertilizantes nitrogenados del país. Su producción incluye nitrato de amonio, un ingrediente clave en la fabricación de explosivos; metanol, que puede servir como base para combustible de cohetes; y argón, utilizado en la metalurgia de defensa.
El canal de Telegram ucraniano Exilenova+ suguirió que el impacto alcanzó el área de acceso a la tubería principal de la planta, no las unidades de procesamiento directamente. Un trabajador de la planta, en un video supuestamente filmado en el sitio, declaró: “Básicamente, golpeó una tubería — una de gas, una línea de propano.”
El ataque del domingo representa la segunda vez en dos semanas que drones ucranianos impactan la instalación Azot. El ataque previo ocurrió el 24 de mayo, cuando drones alcanzaron una tubería de gas de baja presión en el taller número 4, dañando dos tanques de ácido nítrico de 750 toneladas. Uno de los tanques derramó su contenido al suelo, lo que provocó el cierre completo de la instalación.
La planta Azot representa un objetivo estratégico crucial para las fuerzas ucranianas debido a su papel en la producción de defensa rusa. Según Reuters, Azot suministra materias primas a la planta Sverdlov en la región de Nizhny Novgorod para su uso en la fabricación de compuestos explosivos como HMX y RDX para municiones de artillería.
El ataque a la planta Azot formó parte de una ofensiva nocturna más amplia de Ucrania contra territorio ruso. El Ministerio de Defensa ruso informó haber derribado un total de 65 drones ucranianos sobre siete regiones rusas y la península anexionada de Crimea durante las operaciones que se extendieron desde las 23:00 hora de Moscú del sábado hasta las 09:00 del domingo.
Los ataques obligaron a tres aeropuertos de Moscú, Domodédovo, Zhukovski y Vnúkovo, a suspender temporalmente sus operaciones, según informó el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin. Los servicios de monitoreo de drones reportaron que Moscú fue atacada desde tres direcciones por el sur y el oeste.
Paralelamente, el sábado drones ucranianos también atacaron una planta de producción de betún cerca de la refinería de Lukoil en Kstovo, en la región de Nizhny Novgorod, aproximadamente 800 kilómetros de Ucrania.
Los ataques marcan la reanudación de la campaña ucraniana contra instalaciones de almacenamiento y procesamiento de combustible rusas, después de una pausa de varios meses y de la exitosa “Operación Telaraña” que golpeó varias bases aéreas rusas.
El viernes 6 de junio, Ucrania atacó el depósito de combustible Kristall de Rosrezerv en Engels, región de Saratov, donde se almacena combustible de aviación para bombarderos estratégicos rusos que se utilizan constantemente en la guerra contra el país de Europa oriental.