El gobierno de los Estados Unidos está empezando a sospechar que el famoso narcotraficante Sebastián Marset se encuentra escondido en algún lugar de Venezuela. Por ello, anunció este miércoles una recompensa de hasta dos millones de dólares por información que permita capturar o condenarlo por todos los delitos que enfrenta a raíz de sus actividades ilícitas.
En una rueda de prensa virtual de la que participaron varios medios de la región, un alto funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos reveló que las autoridades estadounidenses sospechan que el narcotraficante Sebastián Marset podría estar refugiado en Venezuela.
“Sospechamos hoy que el paradero de Marset quizás esté en Venezuela”, afirmó F. Cartwright Weiland, jefe de la Oficina de Asuntos Internacionales sobre Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) del Departamento de Estado, en respuesta a una pregunta sobre el paradero actual del fugitivo. “No es confirmado necesariamente”, matizó, pero indicó que “hay noticias que están diciendo que Venezuela es el lugar más probable”.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos también presentó una acusación formal contra Marset por lavado de dinero, al señalar que canalizó fondos provenientes del narcotráfico a través de instituciones financieras estadounidenses.
Según reveló el funcionario Weiland, se trata de “la mayor y más trascendental investigación sobre el crimen organizado y contra el tráfico de cocaína en la historia de Paraguay”
El alto funcionario estadounidense calificó a Marset como un criminal que se oculta tras una fachada de ostentación. “Marset se esconde vergonzosamente tras su aspecto de villano de cine mientras compite en carreras de coches deportivos y se compra un equipo de fútbol”, declaró. “Su riqueza está manchada de la sangre y el sufrimiento que ha regado desde Montevideo hasta Miami”, añadió.
Anteriormente, las autoridades de Uruguay creyeron que Sebastián Marset estaba en los Emiratos Árabes Unidos. Pero ese país, pese a integrar Interpol, no colaboraba demasiado con información para poder confirmar ese dato, por lo que el entonces ministro del Interior Nicolás Martinelli recurrió a la embajadora de Estados Unidos, Heide B. Fulton.
El objetivo era lograr que Estados Unidos pusiera el foco en el narcotraficante uruguayo e iniciara una causa penal en su contra. Aunque ese país había participado a través de la DEA en la Operación A Ultranza en Paraguay –que sirvió de base para que Interpol emitiera una alerta roja de captura internacional–, no tenía una activa participación en la búsqueda del prófugo.
“Les pedimos que pusieran a Marset en el radar, ya que para Estados Unidos era un mando medio, y logramos que el Departamento de Estado y la fiscalía de Estados Unidos inicie una causa por lavado de activos entendiendo que Marset hacía transacciones con empresas financieras de ese país”, explicó Martinelli al portal uruguayo El Observador.
Según dijo el exministro, a Estados Unidos se les entregó información relevante sobre Marset, sobre los operativos locales de envios de droga a Europa en los que, según la información de las autoridades, el narcotraficante participó y sobre sus contactos internacionales.
En tal sentido, hubo varias reuniones del entonces titular de la Brigada Antidrogas Alfredo Rodríguez con las autoridades de la embajada, con el representante de la DEA en la región y también hubo vínculos con otras agencias estadounidenses.
El comunicado del Departamento de Estado informó que “el 7 de marzo de 2024, Marset también fue imputado en Estados Unidos por lavado de dinero, derivado del movimiento de ganancias del narcotráfico de su organización a través de instituciones financieras estadounidenses“.
La información que las autoridades uruguayas manejaban era que mientras la esposa de Sebastián Marset estaba detenida en España, a la espera de la extradición a Paraguay, que se concretó este miércoles, el narcotraficante estuvo transitando entre Dubai y el norte de África. También creen que en algún momento ingresó a España, donde estaban sus hijos para estar cerca de su madre.